Petroleras, política e información: un cóctel mortal

No cesan de aflorar noticias bomba en torno al cambio climático. El viernes pasado, el periódico británico The Guardian revelaba una trama para desautorizar las conclusiones del informe sobre el cambio climático de la O.N.U.
Según este rotativo, la multinacional petrolera ExxonMobil habría ofrecido 10.000 dólares a varios científicos y economistas para difundir una duda insostenible sobre la veracidad del susodicho informe. Y remarco lo de insostenible, pues si la duda se sostuviera no precisaría de alicientes económicos para ser difundida.
La petrolera ha ejercido esta influencia monetaria por medio del grupo de presión estadounidense American Enterprise Institute (A.E.I.), fundado por ella misma. El A.E.I. es un grupo frecuentemente asociado a la defensa incondicional de los intereses de la administración Bush, más de veintiún personas de su plantilla han trabajado como asesores para la actual Casa Blanca.

Las críticas sembradas por el A.E.I. contra las conclusiones del informe sobre el cambio climático inciden en acusar a los analistas de la O.N.U. de no atender a "críticas razonables" y de llegar a conclusiones de un modo demasiado precipitado, con escaso rigor científico.
Son muchos los que coinciden en señalar que la estrategia del A.E.I. y de ExxonMobil no es sino un ataque a la desesperada en los últimos días de agonía para los escépticos sobre el cambio climático.
Las verdaderas dudas razonables en torno al informe de la O.N.U. se han limitado a poner en cuestión si la temperatura subirá tantos o tantos otros grados, si el nivel del mar ascenderá tantos o tantos otros centímetros, o a debatir sobre en qué medida podemos revertir el proceso.

Hoy lunes, será publicado en Londres otro estudio que pretende desmentir las conclusiones de la O.N.U. Llega a cargo de otra organización financiada por Exxon y con base en Canadá. Entre los autores de ese estudio está Tad Murty, un ex científico que niega que la actividad humana tenga algo que ver con el cambio climático.

Creo que poco hay que decir sobre la fiabilidad que pueden ofrecer estudios "científicos" sobre la salud de nuestro planeta financiados y alentados por una compañía petrolera. Parece que estos señores, como buenos capitanes, no abandonarán su particular barco de la riqueza hasta que nos hayamos hundido todos, quizá cuando sea demasiado tarde para darse cuenta de que sus billeteras no pueden comprar la salud que necesitan.

Aquí el artículo de The guardian.
Y aquí una web muy interesante en la que se pueden descubrir los vínculos de numerosas corporaciones, científicos y comunicadores estadounidenses con ExxonMobil: Exxon Secrets.

Kuklops.