9.2.07

¿Perdón? Si nadie lo sabía

"Hace unos años, de acuerdo con dos amigos muy influyentes, ordené la muerte de un montón de personas. Creí que aquellos que les lideraban tenían armas muy peligrosas que nos amenazaban a todos, esa fue "la razón" para matarles. Nunca llegamos a confirmar que tuvieran las armas, pero nos sentimos obligados a atacar. Hoy continúan las consecuencias de nuestra decisión y las vidas arrancadas superan las 25.000. ¿Por qué tengo que pedir perdón?, yo no sabía que las armas eran un invento. Nadie lo sabía."


Estas podían haber sido las palabras de José María Aznar hace dos días en Pozuelo de Alarcón. Salvo por las dos últimas frases, recoge en esencia lo que sí dijo, acrecentado con algunos datos que SÍ SON CONTRASTABLES por todos.
Sus palabras en realidad fueron: "Todo el mundo pensaba que en Irak había armas de destrucción masiva y no ha habido armas de destrucción masiva. Eso lo sabe todo el mundo y yo también lo sé... ahora. Tengo el problema de no haber sido tan listo de haberlo sabido... antes. Pero es que cuando yo no lo sabía, pues nadie lo sabía. Todo el mundo creía que las había. Entonces, es un problema porque las decisiones hay que tomarlas no a toro 'pasao', sino cuando está el toro sobre el terreno. […] Torear con cinco años de retraso es tarea de los historiadores."

Hace algo menos de tres años este mismo personaje calificaba de "grave irresponsabilidad" polemizar sobre un tema tan serio como la existencia de armas de destrucción masiva en Irak, afirmando así que no había duda de que las armas existían.
De modo que podemos interpretar que el problema de Aznar no fue no ser lo suficientemente listo, sino ser lo suficientemente arrogante como para no hacer caso a todos los que pretendíamos sembrar la duda. La duda es algo muy sano, más cuando se trata de temas "tan serios".
Una de las voces que no se cansó de sembrar la duda fue la de Hans Blix; director de la Comisión de Control, Verificación e Inspección que la O.N.U. envió a Irak para confirmar la existencia de armas de destrucción masiva. Las conclusiones que éste sacó de su investigación fueron contrarias a las que sacaron Bush, Blair y Aznar ("el trío de las Azores") : si no se ha podido demostrar que existan las armas, no se debe atacar. Eso mismo fue lo que pensamos todos los que todavía nos regimos por la lógica al uso.
A finales de 2002, Blix recomendó continuar con las investigaciones. Lamentablemente, éstas fueron interrumpidas por el comienzo de la invasión en marzo de 2003.

Francamente, no sé cómo interpretar las palabras de nuestro ex-presidente. Este hombre siempre me dio la impresión de tomar a su pueblo por más ignorante de lo que en realidad era (uno de los pecados frecuentes de todos los gobernantes). Esta es una de esas gotas que colman el vaso desbordado, por cierto, hace ya algún tiempo.
El argumento, muy castizo, por cierto, de que hay que torear cuando el toro está sobre el terreno; fácilmente se vuelve contra Aznar. Por muy torero y muy valiente que se sea, hay veces que hay que esperar detrás de la barrrera para no ser temerario. A no ser, claro, que no nos importe el número de estocadas que reciba el toro.
Si un hombre o mujer cualquiera acudiese a la justicia justificando haber asesinado a un familiar porque pensaba que escondía un cuchillo tras la espalda, y esto resultase ser falso, pensaríamos que esta persona sufre algún tipo de patología psíquica. En último término, nos provocaría una carcajada, dolorosa carcajada de esas que confirma que a veces "más vale reir que llorar". Quizá la comparación no esté tan alejada.

Kuklops.

0 comentarios:

LUCHA CONTRA EL CALENTAMIENTO GOBAL